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miércoles, 21 de marzo de 2012

Conclusión de puntuación


 
      Haz una tabla con tres columnas, una para los errores cometidos, otra para la corrección y la última para que anotes la explicación del error.
Errores

Corrección
Explicación
¡Jordán¡, ¡Jordán¡
-¡Jordán¡, ¡Jordán¡-
El uso de guiones entre los diálogos de un texto.
-¡soy  yo, Alicia, soy yo¡-
-¡Soy  yo, Alicia, soy yo¡-
El uso de mayúsculas después del signo de exclamación.
La sangre y así
La sangre, y así
El uso de la coma es importante para distinguir entre dos ideas distintas.
La falta de sangría.
Uso de la sangría.
El uso de la sangría al inicio de los párrafos, para la distinción de ellos.

     
      Guiándote por las siguientes preguntas, realiza tu conclusión sobre la utilización de los signos de puntuación. ¿Qué errores cometiste?, ¿Cómo los podemos corregir?, ¿Que aprendimos?.

     En el ejercicio pasado de los textos, omitimos el uso de guiones. El uso de mayúsculas de pues de los signos de exclamación y el uso de sangrías para distinguir cada párrafo. Estos errores los podemos corregir, practicando su uso y estudiando las reglas ortográficas que aprendimos.
     Lo que aprendimos durante estas clases, fue el uso correcto de los signos de puntuación, para poder expresar claramente nuestras ideas en un texto.

martes, 20 de marzo de 2012

Puntuación


  
       De los textos a continuación se te presentan, realiza la corrección correspondiente a los signos de puntuación, que creas adecuados.

1er ejercicio, de un cuento de Horacio Quiroga:
“El almohadón de plumas”
 
pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones confusas y flotantes al principio y que descendieron luego a ras del suelo la joven con los ojos desmesuradamente abiertos no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama una noche se quedó de repente mirando fijamente al rato abrió la boca para gritar y sus narices y labios se perlaron de sudor Jordán Jordán clamó rígida de espanto sin dejar de mirar la alfombra Jordán corrió al dormitorio y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror soy yo Alicia soy yo

 2do ejercicio, de un cuento de Edgar Allan Poe: 
 “El corazón delator”
 
es cierto siempre he sido nervioso muy nervioso terriblemente nervioso pero por qué afirman ustedes que estoy loco la enfermedad había agudizado mis sentidos en vez de destruirlos o embotarlos y mi oído era el más agudo de todos oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo muchas cosas oí en el infierno cómo puedo estar loco entonces escuchen y observen con cuánta cordura con cuánta tranquilidad les cuento mi historia me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez pero una vez concebida me acosó noche y día yo no perseguía ningún propósito ni tampoco estaba colérico quería mucho al viejo jamás me había hecho nada malo jamás me insultó su dinero no me interesaba me parece que fue su ojo sí eso fue tenía un ojo semejante al de un buitre un ojo celeste y velado por una tela cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre y así poco a poco muy gradualmente me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre

3er ejercicio, de un cuento de Guy de Maupassant:                                                        
“Bola de Sebo”
 
la mujer que iba a su lado era una de las que llaman galantes famosa por su abultamiento prematuro que le valió el sobrenombre de Bola de Sebo de menos que mediana estatura mantecosa con las manos abotagadas y los dedos estrangulados en las falanges como rosarios de salchichas gordas y enanas con una piel suave y lustrosa con un pecho enorme rebosante de tal modo complacía su frescura que muchos la deseaban porque les parecía su carne apetitosa su rostro era como manzanita colorada como un capullo de amapola en el momento de reventar eran sus ojos negros magníficos velados por grandes pestañas y su boca provocativa pequeña húmeda palpitante de besos con unos dientecitos apretados resplandecientes de blancura poseía también a juicio de algunos ciertas cualidades muy estimadas en cuanto la reconocieron las señoras que iban en la diligencia comenzaron a murmurar y las frases vergüenza pública mujer prostituida fueron pronunciadas con tal descaro que le hicieron levantar la cabeza fijó en sus compañeros de viaje una mirada tan provocadora y arrogante que impuso de pronto silencio y todos bajaron la vista excepto Loiseau en cuyos ojos asomaba más deseo reprimido que disgusto exaltado

Solución

1er ejercicio, de un cuento de Horacio Quiroga:
“El almohadón de plumas”
       Pronto, Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldó de la cama.
Una noche se quedó de repente mirando fijamente, al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
       -¡Jordán! , ¡Jordán!- Clamó, rígida de espantó sin dejar de mirar la alfombra. Jordán corrió al dormitorio y al verlo aparecer, Alicia dio un alarido de horror.
       -¡Soy yo, Alicia, soy yo!-

 2do ejercicio, de un cuento de Edgar Allan Poe: 
 “El corazón delator”

       ¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.
       Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.

 3er ejercicio, de un cuento de Guy de Maupassant:                                                          
 “Bola de Sebo”
        “La mujer que iba a su lado era una de las que llaman galantes, famosa por su abultamiento prematuro, que le valió el sobrenombre de Bola de Sebo; de menos que mediana estatura, mantecosa, con las manos abotagadas y los dedos estrangulados en las falanges -como rosarios de salchichas gordas y enanas-, con una piel suave y lustrosa, con un pecho enorme, rebosante, de tal modo complacía su frescura, que muchos la deseaban porque les parecía su carne apetitosa. Su rostro era como manzanita colorada, como un capullo de amapola en el momento de reventar; eran sus ojos negros, magníficos, velados por grandes pestañas, y su boca provocativa, pequeña, húmeda, palpitante de besos, con unos dientecitos apretados, resplandecientes de blancura.

       Poseía también -a juicio de algunos- ciertas cualidades muy estimadas.

       En cuanto la reconocieron las señoras que iban en la diligencia, comenzaron a murmurar; y las frases "vergüenza pública", "mujer prostituida", fueron pronunciadas con tal descaro, que le hicieron levantar la cabeza. Fijó en sus compañeros de viaje una mirada, tan provocadora y arrogante que impuso de pronto silencio; y todos bajaron la vista excepto Loiseau, en cuyos ojos asomaba más deseo reprimido que disgusto exaltado.”


Acentuación


      Te presentamos a continuación las reglas de acentuación que utilizaras para los ejercicios que te presentaremos después.
       Diptongo: combinación de una vocal fuerte (a, e, o) con una débil (i, u). Ejemplo: neutro.
       Toda palabra aguda que termine en vocal, “n” o “s” llevará tilde sobre la vocal de la última sílaba. Ejemplos: canción, aguarrás.
       Toda palabra grave que termine en consonante, que no sea “n” o “s”, llevará tilde sobre la vocal de la penúltima sílaba. Ejemplos: lápiz, cóndor.
       Toda palabra esdrújula llevará una tilde sobre la vocal de la antepenúltima sílaba. Ejemplos: carnívoro, petróleo.
       En general, las palabras monosílabas (de una sílaba) no llevan tilde. Ejemplos: no, fue.
       Existen palabras llamadas homófonas, que suenan igual pero que tienen significados distintos. Para diferenciarlas se usa la tilde (llamada en este caso acento diacrítico). Ejemplos: mi auto, para .
      Fueron tomadas de las diapositivas presentadas en clase sobre el tema de “la Acentuación “del profesor Barriga Eduardo.
      A continuación te presentamos una serie de ejercicios sobre la acentuación, siguiendo las reglas ya vistas en clases.
Escribe en tu cuaderno diez palabras. Subraya la sílaba que lleva el acento.


  1. Árbol
  2. Mesa
  3. Computación
  4. piz 
  5. Mochila
  6. Felicidad
  7. Banco
  8. Yeso
  9. Corazón
  10. Suéter

Escribe en tu cuaderno diez palabras que contengan un diptongo. Asegúrate de que una vocal sea fuerte y la otra débil.
1.   
  1. Aleatorio
  2. Eutanasia
  3. Hrfano
  4. Hueso
  5. Huerta
  6. Novia
  7. Hielo
  8. Suave
  9. Muerte
  10. Miedo
      Clasifica las siguientes palabras de acuerdo a la sílaba que lleva el acento; haz una tabla con tres columnas (palabras agudas, graves y esdrújulas):
    
Para designar la serie ordenada de las letras con que se representan los sonidos de una lengua, pueden usarse indistintamente los términos abecedario y alfabeto.
Agudas
Graves
Esdrújulas

Designar
Usarse
Términos


Para
Abecedario


Serie
Indistintamente


Ordenada



Letras



Representan



Sonidos



Lengua



Pueden



Alfabeto






Reglas de acentuación
Ejercicio
Tres palabras agudas con tilde:
  1. Fusión
  2. Computación
  3. Decisión
Tres palabras graves que llevan tilde:
  1. Inútil
  2. Árbol
  3. Útil
Tres palabras esdrújulas que lleven tilde
1.       Herbívoro
2.       Traumatólogo
3.       Ginecólogo
Tres monosílabos
1.       De
2.       La
3.       Con
Ejercicio de integración:
      El siguiente párrafo no tiene marcadas las tildes. Utiliza las reglas que acabas de revisar para colocarla cuando sea necesario.
      Lo habían traído de madrugada. Y ahora  era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarrado a un horcón esperando. No  se podía estar quieto .Había  hecho el intento de dormir un rato para apaciguarse, pero el sueño se le había ido. También se le había ido el hambre .No tenía ganas de nada. Sólo de vivir. Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como tan solo las puede un recién resucitado. Quién le iba a decir que volvería a aquel asunto tan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que estaba. Aquel asunto de cuando tuvo que matar a don Lupe. No nada más por nomas, como quisieron hacerle ver los de Alima, sino porque tuvo sus razones.
¡Diles que no me maten!
Juan Rulfo

Solución
       “Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarrado a un horcón, esperando. No se podía estar quieto. Había hecho el intento de dormir un rato para apaciguarse, pero el sueño se le había ido. También se le había ido el hambre. No tenía ganas de nada. Sólo de vivir. Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como sólo las puede sentir un recién resucitado. Quién le iba a decir que volvería aquel asunto tan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que estaba. Aquel asunto de cuando tuvo que matar a don Lupe. No nada más por nomás, como quisieron hacerle ver los de Alima, sino porque tuvo sus razones…”
¡Diles que no me maten!
Juan Rulfo
Haz una tabla con tres columnas, una para la palabra equivocada tal y como aparece, otra para la corrección y la última para que anotes la regla que debiste haber seguido.
Error
Corrección
Regla
el
él
Homófona
bíen
bien
Grave/homófona
Vivír
vivir
Grave
solo
sólo
Grave
quien
quién
Grave
nomas
nomás
Grave
quisierón
quisieron
Aguda

Oraciones coordinadas y subordinadas 2

      A continuación te presentamos una serie de ejercicios sobre las oraciones simples y compuestas tomadas del libro de mozas (1994).
Ejercicio 1
       Anota simple o compuesta, según sea el caso.
1.       El profesor explica todos los días la lección. Simple
2.      El profesor explica la lección para que todos la entiendan. Compuesta
3.      Los alumnos no deben hablar en clase porque se despistan. Compuesta
4.      Los alumnos hablan con frecuencia en las clases. Simple
5.      Mi hija y mi hijo son muy estudiosos. Simple
6.      Mis hijos, que son muy estudiosos, aprueban todo. Compuesta
Ejercicio 2

       Identifica la oración independiente y la subordinada en las siguientes oraciones compuestas.
1.      Si vienes a mi fiesta, te daré un fuerte abrazo.
2.      Llovía tanto que no pudo acudir a mi fiesta.
3.      Los niños que estudian aprobarán.
4.      Mi padre trabaja para que nosotros vivamos felices.
5.      El señor que ha traído el Peugeot 605, es mi padre.
6.      Juan no viene hoy a clase porque está enfermo.
Ejerció 3
       Identifica las oraciones independientes (coordinadas) en las siguientes oraciones compuestas.
1.       Acepté el trabajo y lo hice en casa.
2.       Estudia mucho, pero no aprueba.
3.       Canta y baila bien.
4.       Vaya usted al patio o váyase a la calle.
5.       Ni estudia, ni trabaja.
6.       Unos nacen, otros mueren.

                                                                Mozas, A. B. (1994). Ejercicios de sintaxis. Teoría y práctica. Madrid, España: EDAF